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sábado, 12 de noviembre de 2011

Maximiliano Adolfo Henríquez Ureña (16 de noviembre de 1886 † 23 de enero de 1968) fue un escritor, poeta, profesor y diplomático dominicano. Hijo de Francisco Henríquez y Carvajal y Salomé Ureña. Tras haberse recibido de Bachiller en Ciencias y Letras en Santo Domingo, bajo la orientación del profesor y poeta Emilio Prud'Homme, su padre lo envió a la ciudad de New York a continuar los estudios universitarios. En Cuba, país al que arribó luego de su estadía en Norteamérica y donde residió durante muchos años, obtuvo el título de Doctor en Filosofía y Letras.Tuvo fama de gran orador y de excelente conferenciante y al igual que su hermano Pedro Henríquez Ureña viajó por los Estados Unidos, México, Argentina, Brasil y Puerto Rico, compartiendo sus conocimientos humanísticos con el resto de Hispanoamérica. Fue profesor de literatura de la Escuela Normal para Maestro de Santiago de Cuba, director del Ateneo y de la Academia de Derecho González Lanuza, de Santiago de Cuba, miembro de número de la Academia Nacional Cubana de Artes y Letras, ministro plenipotenciario de la República Dominicana en Londres y en Washington, secretario de Estado de Relaciones Exteriores, superintendente general de Enseñanza, secretario de Estado de Interior y Policía, miembro de la Academia Dominicana de la Lengua, miembro correspondiente de la Academia Mexicana de la Lengua,1 conferencista de la Facultad de Filosofía de la Universidad Federal de Río de Janeiro y profesor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña hasta el momento de su muerte.Sus estudios e investigaciones acerca de la cultura y de la literatura de la América Hispana comprenden varios volúmenes, destacándose entre ellos: Panorama histórico de la literatura dominicana, Panorama histórico de la literatura cubana y Breve historia del Modernismo. Vivió muchos años en Cuba y gran parte de sus escritos están dedicados al estudio de la cultura y de la literatura de esa isla caribeña.Murió en Santo Domingo el 23 de enero de 1968.
Llamada patria en honor a la fecha de independencia de su país. Artista por naturaleza, desde pequeña tuvo afición por la pintura, en la que se refugiaba en los momentos íntimos y trágicos de su vida, creando obras de singular belleza, ternura y armonía. Terminó sus estudios de la enseñanza intermedia y se graduó en dactilografía en el Colegio Inmaculada Concepción de La VegaMuy joven contrajo matrimonio (a la edad de 17 años), con Pedro A. González. De esa unión nacieron: Nelson Enrique, Noris Mercedes, Raúl Ernesto y Juan Antonio, quien murió a muy tierna edad, cinco meses después de nacido.Patria sufrió todo el rigor y la brutalidad de la tiranía, viendo destruido su hermoso hogar desde los cimientos mismos de la plataforma. Así como puestas en pública subasta todas sus pertenencias campestres.
Su carácter dulce y tierno no la arrastró a la amargura. Estaba consiente de su lucha y siempre estuvo al lado de Minerva, dándole apoyo y cariño. Sus ideas, eran claras y concisas.
Muere junto a Minerva y María Teresa, sus hermanas, y Rufino de la Cruz, el conductor del jeep en el que viajaban el 25 de noviembre de 1960 cerca del puente Marapica, en la carretera Santiago-Puerto Plata, mientras regresaba a su hogar después de haber visitado a su esposo Pedro A. González en la fortaleza de Puerto Plata, donde se encontraba preso por sedición.

Las Hermanas Mirabal

Las hermanas Mirabal crecieron en un hogar rural acomodado de la sección Ojo de Agua, en el municipio de Salcedo. El padre de las hermanas, Enrique Mirabal, fue un exitoso hombre de negocios.
Estudiaron como internas en el prestigioso Colegio Inmaculada Concepción de La Vega, dirigido por monjas españolas de la Orden Terciarias franciscanas de Jesús y María, donde tanto Minerva como María Teresa destacaron por su inteligencia e interés en los estudios.
Cuando Trujillo llegó al poder, la familia Mirabal perdió casi toda su fortuna. Las Mirabal creían que Trujillo llevaría al país al caos y por ello entraron a formar parte de un grupo de oposición al régimen, conocido como la Agrupación política 14 de junio. Dentro de este grupo eran conocidas como Las Mariposas, pues ése era el nombre con que Minerva se identificaba en las relaciones políticas. Dos de las hermanas, Minerva y María Teresa, fueron encarceladas, violadas y torturadas en varias ocasiones. A pesar de estas situaciones, continuaron en su lucha por terminar con la dictadura. Después de varios encarcelamientos, Trujillo decidió terminar con las hermanas.
Las hermanas Mirabal crecieron en un hogar rural acomodado de la sección Ojo de Agua, en el municipio de Salcedo. El padre de las hermanas, Enrique Mirabal, fue un exitoso hombre de negocios.
Estudiaron como internas en el prestigioso Colegio Inmaculada Concepción de La Vega, dirigido por monjas españolas de la Orden Terciarias franciscanas de Jesús y María, donde tanto Minerva como María Teresa destacaron por su inteligencia e interés en los estudios.
El 18 de mayo de 1960, las hermanas Minerva y María Teresa habían sido juzgadas en Santo Domingo, al igual que sus esposos, por atentar contra la seguridad del estado dominicano. Se les declaró culpables y fueron condenadas a tres años de prisión. Todos comenzaron a purgar sus penas de inmediato, pero ellas no durarían mucho en la cárcel. En un gesto extraño, el 9 de agosto y por disposición expresa de Trujillo, Minerva y María Teresa Mirabal fueron puestas en libertad, mientras que sus maridos continuaron en prisión. Estas disposiciones de Trujillo tenían doble propósito: por un lado, pretendía demostrar su "generosidad"; por el otro, les daba la libertad a aquellas personas a quienes él quería seguir hostilizando, el caso de las Mirabal. No bien habían pasado un par de semanas de la libertad y ya existían informes sobre reuniones secretas contra el régimen encabezadas de nuevo por las hermanas Mirabal. Esto, sumado a las presiones internacionales entre muchas cosas por el atentado en Venezuela contra el presidente Rómulo Betancourt, por el que la OEA sancionó al estado dominicano con rompimiento de relaciones diplomáticas y económicas y la creciente caída de los diferentes regímenes dictatoriales en América Latina y en medio de un informe que inició de nuevo con los pasos que daban estas mujeres, rebosó la copa de la tolerancia de Trujillo, quien le ordenó al general Pupo Román un plan para desaparecer definitivamente a las hermanas Mirabal. Le recomendó usar al SIM para su ejecución. La primera medida que tomó Pupo Román fue el traslado de los presos a la cárcel de Salcedo, al parecer aparentando benevolencia, pues de este modo no tendrían que realizar largos viajes a la cárcel de La Victoria, que era donde cumplían sus penas los esposos En verdad, esto era el inicio de la capitalización del plan para la eliminación de las hermanas Mirabal. El general Pupo Román, cumpliendo las orientaciones de Trujillo, dejó en manos del SIM (Servicio de Inteligencia Militar), a la sazón dirigido por el Capitán de Corbeta de la Marina de Guerra Mayor Cándido Torres Tejada, quien había sustituido al siniestro Johnny Abbes, que se encargaba en ese momento de dirigir la campaña contra la Iglesia y a la emisora Radio Caribe, pero en verdad Abbes seguía dirigiendo con sus ideas y tras bastidores al organismo opresor. Para dar cumplimiento a la orden, Torres Tejada se dirigió a Santiago y le dio las instrucciones al jefe del SIM en la zona norte, el entonces teniente Víctor Alicinio Peña Rivera y, según escribe en su libro el propio Peña Rivera, éste le expuso el plan de la siguiente manera: "Vengo de parte del ministro de las Fuerzas Armadas, General Román, para que dispongas el traslado a Puerto Plata de los esposos de las hermanas Mirabal; la justificación del traslado será el descubrimiento de armas clandestinas dirigidas al movimiento que ellos encabezan; la idea es que ellos nos ayuden a determinar si las personas apresadas las pueden identificar como miembros del movimiento; una vez terminado esto, les puedes decir que serán regresados a Salcedo de nuevo. Una vez trasladados, les prepararás una emboscada en la carretera a las hermanas Mirabal. Deben morir, y se simulará un accidente automovilístico, ése es el deseo del jefe." Al día siguiente, el cabo de la Policía Nacional Ciriaco de La Rosa llegó a los cuarteles del SIM en Santiago para cumplir con el plan, solicitó cuatro agentes y un vehículo para conformar el escuadrón de acción, Peña Rivera asignó a Alfonso Cruz Valerio, Emilio Estrada Malleta, Néstor Antonio Pérez Terrero y Ramón Emilio Rojas Lora. El 18 de noviembre el escuadrón regresó sin cumplir la orden, alegando que las hermanas Mirabal viajaban con niños; el 22 de noviembre regresaron de nuevo, alegando las mismas causas, pero el 25 de noviembre se pudo comprobar que en esa visita no andaban con niños, sino con un chofer (Rufino de la Cruz) y otra de sus hermanas (Patria), y se decidió entonces ejecutar el macabro plan. Tras despedirse de sus respectivos maridos, en el patio de la fortaleza, las tres mujeres y el chofer salieron rumbo a Salcedo. Ya fuera de Puerto Plata, el jeep se desplazaba por la serpenteante Carretera Luperón y, al llegar al puente de Marapica, fueron detenidos por cuatro hombres que iban en un cepillo, el cual atravesaron en medio del puente. Las tres mujeres fueron obligadas, a punta de pistola, a subirse al asiento trasero del vehículo de sus verdugos, mientras tres de éstos se montaban con el chofer en el jeep, y se dirigieron hacia La Cumbre donde estaba la casa, en la que les esperaba el capitán Peña Rivera para darles las instrucciones finales.Los dos vehículos entraron al patio de la casa. Las hermanas y el chofer fueron llevados a la fuerza por los sicarios dentro de la casa. De inmediato Peña Rivera hizo una seña a de la Rosa para que actuaran, y se retiró hacia una lejana habitación de la casa. Entró a la casa y los repartió entre sus otros tres compañeros que debían ejecutar el plan, al igual que pañuelos para ahorcar a las víctimas. Fue así entonces como durante varios minutos se emitieron quejidos y alaridos que no pudieron escucharse fuera de la estructura de la vivienda construida de adobe y forrada de caoba, y, con la respiración entrecortada, los sicarios dieron por teminada su labor de exterminio. Los cuerpos de las mujeres y el hombre ya no hacían ningún movimiento convulsivo, las apalearon hasta morir para luego introducir los cuerpos en el coche y simular un accidente de tráfico. El sargento de la Rosa se dirigió entonces al aposento donde estaba Peña Rivera y le dijo: "Señor, misión cumplida."

Matias Ramon Mella

Matías Ramón Mella Castillo (25 de febrero de 1816 - 4 de junio de 1864) fue un militar, político y activista dominicano. Es uno de los Padres de la Patria de la República Dominicana junto a Juan Pablo Duarte y Francisco del Rosario Sánchez.
Mella contribuyó de manera significativa como estratega durante la Guerra de la Independencia Dominicana contra la ocupación haitiana, y participó en los primeros pasos para restaurar el país de la Anexión a España antes de morir. Mejor conocido por haber disparado su trabuco la noche del 27 de febrero del 1844 en la Puerta de la Misericordia.
Mella nació el 25 de febrero de 1816 en Santo Domingo. Hijo de Antonio Mella Álvarez y Francisca Castillo.
En 1835, a los diecinueve años, es nombrado "Preposé", o encargado de la común de San Cristóbal. Allí se dedicó también al negocio del corte de madera, actividad de la que se ocupaba Antonio Duvergé lo que supone que ambos se conocieron desde entonces. Mella era hábil con el sable y la espada.
Hacia 1836, contrajo matrimonio a los veinte años con Josefa Brea perteneciente a una familia importante del país, con quien procreó 4 hijos: Ramón María, Dominga América María, Antonio Nicanor e Ildefonso. Aunque ninguno de los dos aportó grandes bienes al matrimonio, según un testamento del 5 de mayo de 1859. Al parecer adquirió sus bienes y propiedades estando casado, parte de ellos por vía hereditaria tras el fallecimiento de su padre en febrero de 1837.El 1 de marzo de 1844 se integró como miembro de la recién creada Junta Gubernativa Provisional durante la Primera República.
Para los primeros días de marzo parte para el Cibao como gobernador de Santiago y delegado de la Junta Central Gubernativa, se convierte en el jefe político y militar de la región más importante del país. Ostenta el rango de General del Ejército Nacional. Hace venir a José María Imbert, de Moca, y lo nombra su mano derecha en el mando militar.
Cuando comienza la Batalla de Santiago, Mella no se encuentra en el lugar del combate, aunque parte importante de los méritos son suyos porque dispuso las primeras instrucciones y escogió a Imbert como lugarteniente.
Cuando Faustin Soulouque invade el país, Mella se incorpora al ejército, destacándose en la Batalla de Las Carreras y termina siendo secretario de Pedro Santana. Luego de la renuncia del presidente Jimenes y electo Buenaventura Báez, en septiembre de 1849, es nombrado Secretario de Estado de Hacienda y Comercio. Con la enemistad entre Santana y Báez, Mella decide seguir al lado del primero. Mella siempre prefirió los ideales de Santana antes que los de Báez, pero la obstinación de Pedro Santana por querer anexar el país a España los enemistó para siempre. Entre 1849 y 1861, Mella rechaza y hace frente a Santana y su proyecto de anexión. Entre los cargos ocupados por Mella estaban, Comandante de Armas, Ministro de la Guerra, Gobernador de Santiago, Ministro Plenipotenciario y Enviado Extraordinario en Misión Especial frente al Gobierno español. En julio de 1856 se le encomendó preparar un proyecto de ley para organizar el ejército.

viernes, 11 de noviembre de 2011

José Julián Martí Pérez (La Habana, Cuba, 28 de enero de 1853Dos Ríos, Cuba, 19 de mayo de 1895) fue un político, pensador, periodista, filósofo y poeta cubano, creador del Partido Revolucionario Cubano y organizador de la Guerra del 95 o Guerra Necesaria. Perteneció al movimiento literario del modernismo.

Estudios y primera deportación

José Julián Martí Pérez nació en la calle Paula No. 41, La Habana, el 28 de enero de 1853, hijo de Mariano Martí de Valencia y Leonor Pérez Cabrera, de Tenerife, en Canarias.
En 1866 se matrícula en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana. Ingresa también en la clase de Dibujo Elemental en la Escuela Profesional de Pintura y Escultura de La Habana, más conocida como San Alejandro.
El 4 de octubre de 1869, al pasar una escuadra del Primer Batallón de Voluntarios por la calle Industrias No. 122, donde residían los Valdés Domínguez, de la vivienda se oyen risas y los voluntarios toman esto como una provocación. Regresan en la noche y someten la casa a un minucioso registro. Entre la correspondencia encuentran una carta dirigida a Carlos de Castro y Castro, compañero del colegio que, por haberse alistado como voluntario en el ejército español para combatir a los independentistas, calificaban de apóstata.
Por tal razón, el 21 de octubre de 1869 Martí ingresa en la Cárcel Nacional acusado de traición por escribir esa carta, junto a su amigo Fermín Valdés Domínguez. El 4 de marzo de 1870, Martí fue condenado a seis años de prisión, pena posteriormente conmutada por el destierro a Isla de Pinos (actual Isla de la Juventud), al suroeste de la principal isla cubana. Llega allí el 13 de octubre. El 18 de diciembre sale hacia La Habana y el 15 de enero de 1871, por gestiones realizadas por sus padres, logró ser deportado a España. Allá comienza a cursar estudios en las universidades de Madrid y Zaragoza, donde se gradúa de Licenciado en Derecho Civil y en Filosofía y Letras.
De España se traslada a París por breve tiempo. Pasa por Nueva York y llega a Veracruz el 8 de febrero de 1875, donde se reúne con su familia. En México entabla relaciones con Manuel Mercado y conoce a Carmen Zayas Bazán, la cubana de Camagüey que posteriormente sería su esposa.
Concluida la guerra llamada «De los 10 años» en 1878 vuelve a Cuba, el 31 de agosto, para radicarse en La Habana, y el 22 de noviembre nace José Francisco, su único hijo. Comenzó sus labores conspirativas figurando entre los fundadores del Club Central Revolucionario Cubano, del cual fue elegido vicepresidente el 18 de marzo de 1879. Posteriormente el Comité Revolucionario Cubano, radicado en Nueva York bajo la presidencia del Mayor General Calixto García, lo nombró subdelegado en la isla.
En el bufete de su amigo Don Nicolás Azcárate conoce a Juan Gualberto Gómez. Entre el 24 y el 26 de agosto de 1879 se produce un nuevo levantamiento en las cercanías de Santiago de Cuba. El 17 de septiembre Martí es detenido y deportado nuevamente a España, el 25 de septiembre de 1879, por sus vínculos con la conocida como Guerra Chiquita, liderada por el citado general García. Al llegar a Nueva York, se establece en la casa de huéspedes de Manuel Mantilla y su esposa, Carmen Miyares.

[editar] El Partido Revolucionario Cubano

Martí logró llevarse consigo a su esposa e hijo el 3 de marzo de 1880. Permanecen juntos hasta el 21 de octubre, en que Carmen y José Francisco regresan a Cuba. Una semana después resultó electo vocal del Comité Revolucionario Cubano, del cual asumió la presidencia al sustituir a García, quien había partido hacia Cuba para incorporarse a la fallida Guerra Chiquita.
Entre 1880 y 1890 Martí alcanzaría renombre en la América a través de artículos y crónicas que enviaba desde Nueva York a importantes periódicos: La Opinión Nacional, de Caracas; La Nación, de Buenos Aires y El Partido Liberal, de México. Posteriormente decide buscar mejor acomodo en Venezuela, a donde llega el 20 de enero de 1881. Fundó la Revista Venezolana, de la que pudo editar sólo dos números.
A mediados de 1882 reinició la labor de reorganizar a los revolucionarios (los partidarios de la independencia total de Cuba de la metrópoli española), comunicándoselo mediante cartas a Máximo Gómez Báez y Antonio Maceo. El 2 de octubre de 1884 se reúne por vez primera con ambos líderes y comienza a colaborar en un plan insurreccional diseñado y dirigido por los generales Gómez y Maceo. Luego se separó del movimiento por estar en desacuerdo con los métodos de dirección empleados y las consecuencias que tendrían sobre la futura república cubana, según manifestó.
El 30 de noviembre de 1887 fundó una Comisión Ejecutiva, de la cual fue elegido presidente, encargada de dirigir las actividades organizativas de los revolucionarios. En enero de 1892 redactó las Bases y los Estatutos del Partido Revolucionario Cubano. El 8 de abril de 1892 resultó electo Delegado de esa organización, cuya constitución fue proclamada dos días después, el 10 de abril de 1892. El 14 de ese mes fundó el periódico Patria, órgano oficial del Partido. Entre 1887 y 1892, Martí se desempeñó como cónsul de Uruguay en Nueva York. El Plan de la Fernandina
En los años 1893 y 1894 recorrió varios países de América y ciudades de Estados Unidos, uniendo a los principales jefes de la Guerra del 68 entre sí y con los más jóvenes, y acopiando recursos para la nueva contienda. Desde mediados de 1894 aceleró los preparativos del Plan Fernandina, con el cual pretendía promover una guerra corta, sin grandes desgastes para los cubanos. El 8 de diciembre de 1894 redactó y firmó, conjuntamente con los coroneles Mayía Rodríguez (en representación de Máximo Gómez) y Enrique Collazo (en representación de los patriotas de la Isla), el plan de alzamiento en Cuba. El Plan Fernandina fue descubierto e incautadas las naves con las cuales se iba a ejecutar. A pesar del gran revés que ello significó, Martí decidió seguir adelante con los planes de pronunciamientos armados en la Isla, en lo que fue apoyado por todos los principales jefes de las guerras anteriores

Maximo Gomez Baez

Máximo Gómez Báez (Baní, República Dominicana, 18 de noviembre de 1836La Habana, Cuba, 17 de junio de 1905) fue un general de la Guerra de los Diez Años y el General en Jefe de las tropas revolucionarias cubanas en la Guerra del 95.Máximo Gómez Báez nació en Baní, provincia de Peravia en la República Dominicana. Su infancia y adolescencia las pasó en su tierra natal en República Dominicana. A los 16 años Gómez se unió al ejército dominicano en la lucha contra las invasiones haitianas de Faustine Soulouque logrando obtener el grado de alférez. Luchó con las tropas anexionistas en la Guerra de Restauración Dominicana.
Originalmente, Gómez había ido a Cuba como oficial de caballería del Ejército español. Pero en Cuba, el espectáculo desolador de la esclavitud de los negros y los desmanes de los funcionarios españoles contra los criollos provocaron cambios profundos en su conciencia. Cuando se produjo el alzamiento del 10 de octubre de 1868 (Grito de Yara), ya Gómez estaba vinculado a una de las tantas logias masónicas de la Isla, y es probable que fuera en alguna de las vinculadas por la agrupación "Gran Oriente de Cuba".
Desde que conoció el alzamiento de los independentistas capitaneados por Carlos Manuel de Céspedes, que se anticipó a la fecha acordada, decidió, junto a sus amigos de logia y, “(…) por el amor a los negros (…)”, según consta en su diario, alzarse en armas en Jiguaní, unos días después del alzamiento de la Demajuagua.
Se unió a sus fuerzas con el grado de Sargento. También se unieron desde el inicio otros dos oficiales dominicanos: Modesto Díaz y Luis Marcano. Entrenó a las tropas mambises en el uso del machete como arma de combate, protagonizando la primera carga al machete de la Guerra de los Diez Años el 4 de noviembre de 1868 (la primera en la historia de Cuba la había dado el criollo de Guanabacoa José Antonio Gómez y Bullones, más conocido como Pepe Antonio, en la lucha sin cuartel que dieron las milicias populares de Guanabacoa a los ocupantes ingleses de La Habana en 1762. El uso del machete como arma de guerra, su particular esgrima y más tarde la carga de caballería con el machete, fueron los primeros legados tácticos de Gómez (serían muchos más con el andar del tiempo) a la lucha de los patriotas cubanos. La escasez de armas de fuego modernas y de municiones hizo muy popular esta táctica. Famosa es la anécdota de los primeros meses de guerra, en que un soldado mambí preguntó si eran tres las balas asignadas a cada hombre. En respuesta, Gómez retiró una bala de cada canana o bolsa, dejando sólo dos y explicando que era "... un tiro para ablandar al enemigo y dar la carga al machete, así que todavía tienen uno de sobra..."
Durante los primeros meses de la Guerra Grande, Gómez se desempeñó en el departamento de Oriente, en el que llegó con rapidez al grado de Mayor General del Ejército Libertador. Al morir el Mayor General Ignacio Agramonte y Loynaz en los potreros de Jimaguayú, Gómez fue llamado por el secretario de Guerra de la República de Cuba en Armas para ponerse al mando de las tropas de Camagüey. Allí tomó en sus manos la extraordinaria y temible caballería mambisa que legara Agramonte y reforzó la disciplina de la infantería. A partir de esa época tuvo bajo su mando al primero capitán, y que luego llegaría a Brigadier General, Henry Reeve, joven oficial norteamericano, conocido entre los patriotas cubanos como "El Inglesito".
Como militar de experiencia, pronto supo ganarse el reconocimiento de todos los que integraban el ejército mambí, y su reputación de gran jefe militar y excelente estratega llegó a oídos de los generales españoles.
Luego de sus resonantes éxitos en los campos del Camagüey, del que los mambises eran prácticamente dueños, con excepción de las ciudades de Puerto Príncipe (hoy ciudad de Camagüey), Florida y Nuevitas, Gómez fue enviado a organizar las anárquicas tropas de Las Villas, más al Oeste, con vistas a llevar a cabo la invasión del Occidente, donde estaba no solamente la capital del país, sino la base económica del régimen colonial en Cuba: los ingenios azucareros más productivos, el tabaco y los frutales. Su gestión en Las Villas fue infructuosa, por el intenso regionalismo dominante y por la coincidencia de este movimiento con las sediciones de Lagunas de Varona primero y de Santa Rita unos meses más tarde. La negativa de Vicente García González de marchar desde Las Tunas al occidente a reforzar las tropas de Las Villas intensificó la indisciplina de las tropas allí dispersas, lo que entristeció el ánimo de Gómez, quien retornó al Camagüey solamente cuando el inestable gobierno en armas se lo ordenó.
Su acción militar más destacada fue la llamada invasión a Occidente, que causó daños considerables al ejército español, desestabilizando, además, la economía colonial al aplicar la táctica de la "tea incendiaria", técnica consistente en incendiar los cañaverales de los hacendados que apoyaban al régimen colonial para así limitar los ingresos económicos del régimen.
En esa su primera campaña a occidente caxó su lugarteniente de caballería, Henry Reeve, en Yaguaramas, actual Cienfuegos, quien se pegó un tiro con su última bala antes de caer prisionero de los españoles que lo habían cercado.
A partir del fugaz gobierno del presidente de la República de Cuba en Armas, Juan Bautista Spotorno, Gómez aplicó con toda severidad el decreto que llevaba su apellido (decreto Spottorno), de aplicar la pena de muerte a todo militar cubano que presentase proposiciones de paz que no estuvieran basadas en la independencia de Cuba.
Cuando a finales de 1877 comenzó la astuta campaña pacificadora del General español Arsenio Martínez Campos, Gómez aceptó no la paz, pero sí una tregua que permitiera a los mambises una reorganización no sólo de las tropas algo desanimadas, sino de la estructura del gobierno y la pirámide de mandos, en particular de las relaciones entre el gobierno "civil" y los mandos militares. Al ser derogado por la Cámara de Representantes el decreto Spottorno, un grupo no despreciable de oficiales intermedios del Ejército Libertador comenzó a presentarse a las autoridades españolas, acogiéndose al Bando emitido por Martínez Campos de "amnistía y reconciliación". Muchos de ellos, algunos incluso sobornados por los españoles, quisieron depositar en Gómez la iniciativa de tales actos, tergiversando de esa forma su verdadera actitud.
No obstante, luego de la captura por los españoles del entonces Presidente Cubano Tomás Estrada Palma y la floja gestión del gobierno ante las indisciplinas de Vicente García y otros oficiales cubanos sediciosos o "pacificadores", Gómez aceptó finalmente parlamentar con el general y Capitán General de Cuba, Martínez Campos. Corría el inicio de 1878, y en los Mangos de Baraguá se producía la famosa protesta de Antonio Maceo, quien seguía la lucha prácticamente solo, rodeado de españoles, que eran unas doscientas veces más numerosos y mejor armados que los pocos mambises organizados. Gracias a la gestión de Gómez primero ante la Cámara cubana y luego ante Martínez Campos, se envió a Maceo al exterior bajo salvoconducto de inmunidad diplomática, más para contrarrestar su intransigencia y salvarle la vida que para recaudar hombres, armas o municiones, como rezaba la orden del gobierno cubano en armas.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Francisco del Rosario Sanchez

Francisco del Rosario Sánchez (9 de marzo de 1817 - 4 de julio de 1861) fue un abogado, político y activista dominicano, quien junto a Juan Pablo Duarte y Matías Ramón Mella, es uno de los Padres de la Patria de la República Dominicana.
Sánchez es considerado como el segundo líder de la Guerra de la Independencia Dominicana contra la ocupación haitiana y un estratega político. Tomó las riendas de la lucha tras la ausencia de Duarte, proclamando la independencia en la Puerta del Conde del país el 27 de febrero de 1844.
Fue un ferviente luchador a favor de la libertad del país y contra la Anexión a España propuesta por Pedro Santana, lo que le constó varios exilios y la muerte a manos de éste.
Sánchez nació en Santo Domingo el 9 de marzo de 1817. Sus padres fueron Narciso Sánchez Ramona y Olaya del Rosario de Belén, que no estaban casados en el momento de su nacimiento. Sánchez fue el primogénito de once hermanos, de los cuales Socorro Sánchez se destacó como periodista.
Sánchez fue sobrino de la también activista María Trinidad Sánchez por parte paterna.
Su educación estuvo primero guiada por su madre y después por el cura peruano Gaspar Hernández, quien fortaleció el espíritu patriota de Sánchez. Aunque su actitud también venía de su padre quien formó parte de un movimiento para expulsar a los haitianos del territorio dominicano. Autodidacta, dominaba dos idiomas francés y latín. Adquirió apreciable cultura y sus defensas como abogado fueron notables.
Sánchez tuvo hijos con varias mujeres, siendo la primera Felícita Martínez, con quien procreó a Mónica. Algunos años más tarde procreó con María Evarista Hinojosa a María Gregoria (Goyita). Luego con la curazaleña Leoncia Leydes Rodríguez tuvo a Leoncia. Más tarde con Mercedes Pembrén Chevalier procreó a Petronila.
No se conoce cuando comenzó su relación con Duarte pero el hecho de que no figuró entre los fundadores de la sociedad secreta La Trinitaria, hace pensar que se conocieron después de esa fecha. De todas formas, al ampliarse los trabajos de esa organización, Sánchez se convirtió en un trinitario de la confianza de Duarte. Poco tiempo después de iniciado el movimiento de separación e independencia, pasó a ser el segundo líder del movimiento. Extiende sus actividades de proselitismo e información fuera del ámbito de la ciudad de Santo Domingo.
Luego del triunfo del movimiento reformista que derrocó el gobierno de Jean Pierre Boyer, cuando Charles Hérard viaja a la parte Este, Sánchez, perseguido, sale de Los Llanos y se dirige a Santo Domingo, cruzando el río Ozama y avisa a Duarte de la llegada de Hérard. Buscado por las autoridades se esconde y logra evadir la persecución haciendo correr el rumor de que había muerto a consecuencia de enfermedad repentina.

[editar] Suplente de Duarte

En 1843, Duarte se exilia en Curazao por temor a ser apresado, entonces Sánchez asume la dirección del movimiento independentista La Trinitaria donde preside las reuniones del grupo y amplía contactos con representantes del sector social más importante de la ciudad, con la colaboración de Mella. A principio de enero de 1844 Sánchez redacta un manifiesto, el cual fue publicado el 16 de ese mes y, a petición de Mella, es enviado a Tomás Bobadilla y Briones para su corrección.

 Independencia dominicana

El 24 de febrero de 1844 los trinitarios eligen a Sánchez, comandante de armas con el rango de coronel. En esa reunión se encontraban Mella, Vicente Celestino Duarte (hermano de Juan Pablo), los hermanos Puello (José Joaquín, Gabino y Eusebio) y de la Concha (Jacinto y Tomás), Juan Alejandro Acosta y otros. En ese encuentro asistierón también Félix Mercenario, Manuel María Valverde, Manuel Jimenes y Mariano Echavarría donde se decidió que Sánchez presidiera la primera Junta de Gobierno. El 27 de ese mismo mes, los trinitarios se dirigen a la Puerta del Conde donde Sánchez iza la bandera dominicana vociferando el lema ¡Dios, Patria y Libertad! En ese momento quedó fundada la República Dominicana.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Juan pablo Duarte Diez

Juan Pablo Duarte Díez (26 de enero de 1813 - 15 de julio de 1876) fue un liberal, visionario y activista dominicano, a quien se le conoce como el ideólogo de la lucha contra la invasión haitiana para conseguir la independencia dominicana. Junto a Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella, es considerado como uno de los Padres de la Patria de la República Dominicana.
Su visión liberal se vio socavada por las élites conservadoras, que pretendían ajustar la nueva nación con las potencias coloniales y volver al regionalismo tradicional. Sin embargo, sus democráticos ideales, aunque un tanto imprecisos, han servido como principios rectores para la mayoría de los gobiernos dominicanos. Su iniciativa lo convirtió en un mártir político a los ojos de las generaciones posteriores.                                                
Duarte nació el 26 de enero de 1813 en el Santo Domingo colonial (actual Ciudad Colonial) durante el periodo de la España Boba. Hijo de Juan José Duarte Rodríguez, un próspero comerciante español procedente de Vejer de la Frontera, Cádiz, España y Manuela Diez Jiménez, seibana hija de padre español y madre dominicana. En 1802 Duarte y Diez, emigraron desde la colonia española en Santo Domingo a Mayagüez, Puerto Rico, evadiendo la imposición del estado francés en el lado oriental de la isla. Esta transformación de la parte colonial de la isla se hizo evidente el año anterior, cuando Toussaint Louverture, el gobernador de Saint Domingue (actual Haití), una colonia de francesa situada en el tercio occidental de La Española, tomó el control de Santo Domingo, situado en la parte oriental de la misma. En ese momento, Francia y Santo Domingo estaban pasando por exhaustivos movimientos sociales, es decir, la Revolución Francesa y la Revolución Haitiana. En la ocupación de la parte española de la isla, el legendario gobernador negro Louverture, estaba siguiendo las indicaciones otorgadas por los gobiernos de Francia y España en la Paz de Basilea, firmado en 1795, el cual España le había cedido la parte española a Francia.
A su llegada a Santo Domingo, Louverture inmediatamente abolió la esclavitud, aunque la abolición se llevó a cabo completamente en 1822. Además, convirtió al francés las viejas instituciones coloniales españolas. Puerto Rico seguía siendo una colonia española, y al estar Mayagüez tan cerca de La Española, al otro lado del Canal de la Mona, se había convertido en refugio para los que como los Duarte, no aceptaban el gobierno francés. La mayoría de los estudiosos suponen que el primer hijo de los Duarte, Vicente Celestino, nació allí en Mayagüez. La familia regresó a Santo Domingo en 1809, después de que la Guerra de la Reconquista devolviera el lado oriental de La Española al control español.
Duarte fue el cuarto de once hermanos, siendo los más conocidos Vicente Celestino, comerciante de madera y Rosa Protomártir, quien se desempeñó como periodista y maestra. Ambos tuvieron una activa participación en la causa de su hermano.
En 1819, Duarte se inscribió en la escuela del Prof. Manuel Aybar donde aprende lectura, escritura, gramática y aritmética.
En 1828, viajó a realizar estudios a Europa específicamente a Barcelona, Londres y Francia, este último país se encontraba en la Revolución de Julio. Regresó a Santo Domingo en 1831.

Juan Emilio Bosch Gaviño

Juan Emilio Bosch Gaviño (30 de junio de 1909 - 1 de noviembre de 2001) fue un cuentista, ensayista, novelista, narrador, historiador, educador y político dominicano. Bosch fue el primer presidente de la República Dominicana elegido democráticamente por un breve periodo en 1963. Previamente, había sido el líder de la oposición dominicana en el exilio contra el régimen dictatorial de Rafael Leónidas Trujillo durante más de 25 años. A día de hoy se le recuerda como un político honesto y como uno de los escritores más prominentes de la literatura dominicana. Bosch es el fundador tanto del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) en 1939, como de la Liberación Dominicana (PLD) en 1973.1
A Bosch se le considera uno de los escritores más preclaros de Latinoamérica destacándose en el cuento.2              
Juan Bosch nació en la ciudad de La Vega el 30 de junio de 1909. Hijo de José Bosch Subirats, español de ascendencia catalana y la puertorriqueña de ascendencia española Ángela Gaviño Costales. Vivió los primeros años de su infancia en una pequeña comunidad rural llamada Río Verde, donde comenzó sus estudios de primaria; los estudios secundarios los hizo en el colegio San Sebastián de La Vega, llegando sólo hasta el tercer nivel de bachillerato. En 1924 se trasladó a Santo Domingo, donde trabajó en varias tiendas comerciales. Más tarde en 1929 viajó a España, Venezuela y algunas islas del Caribe.
Regresa a República Dominicana en 1931. Para 1933 publicó su primer libro de cuentos, "Camino Real", y más adelante "La mujer". Bosch creaba y editaba la sección literaria del periódico Listín Diario, convirtiéndose en crítico y ensayista.
En 1933, Bosch junto a varios escritores destacados de la época forman el grupo conocido como La Cueva.
Durante los primeros meses de 1935 es nombrado en la Dirección General de Estadísticas. Organiza, bajo la dirección de Mario Fermín Cabral el Censo Nacional de la República Dominicana de ese año. En 1936 publica la novela "La Mañosa", sobre las guerras civiles del siglo XIX, la cual fue muy bien valorada por los críticos.